El comer y tomar demasiado durante las fiestas y los primeros días del año no solo repercute en el peso, los excesos hacen que se generen demasiadas sustancias de desecho en el organismo y, si no les pones freno te empesas a sentir mal.
Cansancio, falta de ánimo y vitalidad, malhumor, dolor de cabeza… El exceso de toxinas desequilibra tu armonía funcional y puede llevarte a desarrollar problemas de salud. El hígado es uno de los principales afectados por los malos hábitos alimentarios, se sobrecarga.
Por eso hoy vamos a hablar de cómo desintoxicar nuestro organismo, aportarle nutrientes y limpiar el hígado, aparato urinario y digestivo, para sentirnos mejor.
Los líquidos son nuestros amigos (con excepciones)
Si queremos depurar el cuerpo, nada mejor que beber abundante agua, sobre todo si lo hacemos en ayunas, activa el metabolismo y devuelve a nuestra piel toda la hidratación que ha ido perdiendo en estos últimos días.
Los licuados detox que contienen apio, ananá, zanahoria, pera o manzana también son muy buenas opciones. Podemos tomar caldos de verduras, con los que también conseguiremos depurar e hidratarnos con pocas calorías. Las excepciones seguro que ya te las imaginas: Alcohol, jugos y gaseosas con azúcar.
Alimentos que nos ayudan a depurar... y otros que no.
Si consumimos las frutas enteras aprovecharemos toda su fibra y sus vitaminas, así conseguimos restablecer el equilibrio de nuestro cuerpo. Todas son buenas, pero destaca la pera, que con su alto contenido en pectina nos ayudan a eliminar toxinas.
Las verduras de hoja verde como la espinaca, el berro o la rúcula, son perfectas para limpiar nuestro estómago, además aportan antioxidantes y vitaminas, al igual que las frutas fortalecen nuestro sistema inmunológico, que después de tanta fiesta puede que ande un poquito decaído.
También son muy depurativas y diuréticas la cebolla y repollo, favorecen la recuperación del equilibrio de la flora intestinal. En síntesis, es recomendable comer frutas y verduras de todo tipo.
Debemos moderar el consumo de sal, pero podemos sustituirlo por hierbas frescas o especias como el perejil, la albahaca, el jengibre, la pimienta, el orégano, asi evitamos seguir reteniendo líquidos. No nos olvidemos que muchos alimentos preparados y algunas conservas contienen grandes cantidades de sal, por lo que tenemos que evitarlos.
Optar por cereales integrales es lo más adecuado, nos aportan nutrientes y facilitan la digestión. Evitar productos elaborados con harinas refinadas y productos industrializados de panadería, suelen contener grasas vegetales hidrogenadas (Trans) y mucha azúcar.
Además de lo qué comemos también es importante cómo lo cocinamos, si queremos depurar nuestro cuerpo lo mejor es consumir los alimentos frescos (verduras), al vapor, hervidos, al horno o a la plancha, evitando rebozados y frituras.
Comer despacio, masticando bien cada bocado nos hará digerir mejor. Si nos sentimos hinchad@s, no nos pongamos ropa o cinturones que aprieten la zona abdominal.
Retomar nuestra rutina de ejercicios, o si no la tenemos empezar a movernos (salir a caminar, subir escaleras, practicar el deporte que te gusta ...) también nos ayudará a sentirnos mejor.
Por último, cenar liviano, unas horas antes de irnos a dormir, y regalarnos cada noche entre 7 y 8 horas de sueño.
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