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Foto del escritorSamuel Garcia

LO BUENO Y LO MALO SOBRE EL AYUNO INTERMITENTE

Como siempre surgen fórmulas y dietas que ayudan a perder peso, hoy esta de moda el ayuno intermitente. Es importante entender, que más allá del método que elijamos, tenemos que tener en cuenta que todo cambio en la alimentación, puede volverse en contra, por lo que debemos estar asesorados e informados para llevarlo adecuadamente.

El ayuno intermitente no consiste en dejar de comer, sino en concentrar las comidas en intervalos de tiempo bien definidos. Hay multitud de tipos y variedades de ayuno intermitente: comer un día y otro ayunar; dividir la semana, ayuno de un solo día, ayuno durante unas horas concretas, seguido de una sola comida y otro ayuno, etc.


Se podría decir que es más bien una estrategia, no un plan nutricional. Ayuda a perder peso porque se restringen las comidas a un período de tiempo, y así disminuye la ingesta. Pero para que esta estrategia sea efectiva, la persona que la siga debe cambiar sus hábitos alimenticios, si se mantienen los malos hábitos va a recuperar el peso.


El ayuno intermitente, por tanto, no es ninguna dieta milagro de las que tanto se oye hablar. Cuando ayunamos debemos mantener una dieta equilibrada, reduciendo la cantidad de comida, es un error habitual comer en esas horas las mismas calorías que comerías en un día entero.


Es importante que la dieta sea variada, dejar de comer a ciertas horas no debe ser una excusa para comer peor el resto del tiempo. Los beneficios de esta dieta se dan precisamente por la mejora de los hábitos en general.

Para seguir esta estrategia, lo más seguro es hacerlo bajo la supervisión de un profesional, un nutricionista que controle que los hábitos que se siguen son saludables. Lo mejor es empezar con períodos de ayuno más cortos, para que el cuerpo se vaya acostumbrando. Es decir, no es nada recomendable lanzarse de golpe a ayunos de 16 horas.


En cuanto a qué horas son las más indicadas para comer, depende de qué le vaya mejor a cada persona. Además de tener en cuenta el horario en que hace sus actividades cotidianas, hay quienes necesita almorzar bien porque come tarde, o gente a la que le gusta más picotear en los ratos de descanso, cada persona es distinta. Siempre tenemos que tener en cuenta que el autocontrol es importante, para evitar malas elecciones alimentarias, pero no hay que generar situaciones de estrés.

El estrés y la ansiedad por llegar a la próxima comida son algunas de las dificultades que puede suponer esta estrategia. Por eso, es una dieta poco recomendable para personas que han sufrido trastornos alimenticios, personas con tendencia a la ansiedad o la depresión, o incluso personas con migrañas. Cada persona debe valorar por sí misma si puede gestionar el ayuno, pero en estos casos concretos esta desaconsejado.


Otra consecuencia negativa que puede darse si no se sigue el ayuno de forma adecuada es que se produzca un efecto rebote, y se recuperen los kilos perdidos o más. Esto puede pasar cuando no hay un cambio de verdad en los hábitos. Porque cuando una persona vuelve a una ingesta regular, la base de la alimentación sigue siendo mala, y además más frecuente. Por eso, si se deja de ayunar se debe estar muy atento a la transición.


Como positivo podemos decir que esta estrategia además de quemar grasas acumuladas ayuda a disminuir los triglicéridos, mejoran la resistencia a la insulina, y reducen la inflamación.


Pero, a estos aspectos, hay que sumarle de nuevo otra carga de aspectos negativos para la salud no solo física, sino mental: el ayuno intermitente te restará muchísima energía, te dejará exento de capacidad de concentración, alterará tus estados emocionales y de ánimo, perderás reflejos y complicará tu conciliación familiar y laboral. Sobra decir además que el ayuno intermitente mal llevado a cabo conllevará una falta de nutrientes básicos para la salud, y que no hay investigaciones a largo plazo que hayan analizado todos los efectos adversos, por lo que puede haber alguno más que aún no se haya descubierto.

Sea como sea, si decides llevar un ayuno intermitente a cabo lo más conveniente es que sigas el consejo y la guía de un profesional, nutricionista, que sepa tus objetivos y te ayude a regularlo de la manera más saludable posible y sin correr ningún riesgo para tu salud.

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