Cambiar los hábitos para llevar una vida más sana parece algo difícil de concretar, la primavera nos puede ser de gran ayuda. Cambiar el modo de alimentarnos es un proceso que lleva tiempo, voluntad, constancia, y que comienza por las ganas de sentirse mejor.
Buscar un peso saludable y modificar la composición corporal es válido, pero tiene que ser planteado desde un lugar de aceptación y autocuidado para que represente un aprendizaje saludable, beneficioso y estable.
La falta de conciencia en la comida lleva a comer apurado, a excederse, a sentir hambre a deshoras y, en definitiva, a no tener una buena relación con la comida. A continuación, te dejamos algunos consejos para lograrlo:
Darse tiempo: tomar los cambios con responsabilidad, pero con tranquilidad. No desesperarse si se presenta una situación donde no se puede cumplir todo al 100 por ciento.
Ser receptivos: estar abiertos a las propuestas. Evitar poner el “no” por delante y anteponer un “lo voy a intentar”.
Organizarse: con un plan a seguir pensado en las compras, la elaboración, la cocción previa para evitar los desarreglos.
Dedicar tiempo a la cocina: tiene que ser algo entretenido y es una buena oportunidad para hacerlo en compañía.
Elegir una actividad física agradable: buscar una opción que motive, que “enganche” a pesar del frío, el cansancio, el calor y cualquier otra excusa.
Sumar vida activa: subir y bajar escaleras, bajarse antes del trasporte público, hacer las compras caminando, ir y volver del gimnasio en bicicleta, en resumen: hacer planes que impliquen el movimiento.
Los últimos meses del año son tiempo de ansiedad, por lo que es necesario aclarar la mente, la salud física como psíquica, esto nos permite seguir disfrutando de lo importante. Si queremos mejorar nuestra calidad de vida, sentirnos más fuertes, aumentar nuestra autoestima y mejorar el estado de ánimo, es necesario priorizar estar mejor con uno mismo.
Es importante que todas las actividades que elijamos resulten placenteras, el cambio en el cuerpo eventualmente llegará, pero además se habrá ganado confianza, autoestima y amor propio. En consecuencia, el cambio será real y duradero.
En cada época del año, llegan los alimentos de temporada con los nutrientes que requiere el organismo en ese momento. Entonces, ¿por qué no aprovecharlos?, es tu decisión comenzar con lo que te hace bien.
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