Si la idea es descansar al aire libre, en contacto con la naturaleza, con amigos o familia, salir de camping resulta una excelente alternativa en los días de vacaciones.
Sin duda, algo que nos preocupa es qué llevaremos para comer, sobre todo cuando queremos que nuestros hábitos se mantengan saludables. No hay que desesperarse, solo es cuestión de planificar un menú diario que incorpore ingredientes que no corran el riesgo de descomponerse por falta de refrigeración: es recomendable llevar alimentos no perecederos y consumir agua segura. Si no hay agua de red controlada, se aconseja hervirla o potabilizarla antes con dos gotas de lavandina por cada litro.
En el desayuno podes tomar té, café, mate, leche (en polvo) acompañado con pan, mermelada o cereales, y no te olvides de incorporar fruta. A media mañana y media tarde, una excelente alternativa es consumir frutos secos o frutas frescas de estación, turrón o barrita de cereal.
A la hora del almuerzo y la cena, podés ser más creativo y hacer una carne asada –roja o blanca- o pescado, con ensalada o verduras asadas; un salpicón con huevo duro, aceitunas y palta; o, si no, algo más simple es optar por las comidas deshidratadas, los enlatados y una variedad de sándwiches.
El secreto es incluir siempre verduras bien lavadas: podés llevar lechuga, tomate, zanahorias y la infaltable fruta para el postre. Los jugos son una buena alternativa mientras sean 0% azúcar.
Nuestras aliadas son las conservadoras o heladeras portátiles, para trasladar y mantener los alimentos de manera adecuada. Hay que tener cuidado de que no se interrumpa la cadena de frío, en especial con las carnes y los lácteos.
No te olvides de sumar actividad física. Nadar, correr, hacer trekking, una caminata en familia o andar en kayak son momentos que no te podés perder. Evitá las horas más fuertes de sol, de 10 a 16 horas y usá siempre protector solar.
SI SALIMOS DE MOCHILEROS
Si tu idea es hacer un viaje de mochilero, es importante saber que implicará un requerimiento mayor de energía y hay alimentos y cosas que no pueden faltar tales como:
Botella de agua: es necesario consumir agua en sorbos cortos durante el viaje, cada 15 o 20 minutos, de esta forma se evita la deshidratación.
Frutas: ayudan a hidratar tu cuerpo y le dan energía de forma rápida porque contienen vitaminas y minerales imprescindibles para el metabolismo.
Barritas de cereales: son ideales porque ocupan poco espacio, pesan poco y, al dar energía, cumplen un importante rol nutricional.
No puede faltar: leche en polvo, bebidas energéticas, cereales, sal, azúcar, alimentos enlatados, fideos secos, arroz y comidas pre-elaboradas.
No te olvides de la protección solar, vas a estar muchas horas expuesto: el protector solar, la gorra o el sombrero no te pueden faltar.
PREVENCION DEL HANTAVIRUS
En la zona de lagos y cordillera se produce un ciclo natural que es la floración de la caña colihue que favorece el aumento de roedores.
Si bien no existe una restricción para viajar turísticamente a estas zonas, todas las actividades que se realicen deberán respetar estrictamente las medidas de precaución tales como lavarse las manos con frecuencia, circular y permanecer en senderos y playas que estén habilitados y asegurar la recolección de residuos y/o el adecuado manejo de los mismos.
El Hantavirus es transmitido por algunos ratones silvestres (colilargos) eliminándolo a través de la orina, las heces y la saliva. Ingresa al ser humano por la nariz (inhalación), la boca (ingestión) o a través de lesiones en la piel.
También se puede contagiar a través del contacto interhumano (compartir por lo menos media hora a menos de un metro de distancia) con una persona que sea un caso confirmado de infección por hantavirus.
Ante síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, vómitos o diarrea, consultá inmediatamente en el centro de salud más cercano.
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